domingo, 26 de noviembre de 2006

Rosas y la Generación del '37

"Alejandro Korn cree que el divorcio entre la tiranía y la intelectualidad argentina fue su culpa mas grave (de Rosas) y su sanción moral... Me parece exacto, exactísimo. Rosas no dejó discípulos y por eso fue posible la sanción moral que durante 100 años le dió la historia colonial. No iban a continuar su obra ni a defenderla, los venales o mediocres que mantuvo a su lado. Su popularidad, aun en el momento de caer derrotado, era inmensa; pero no se prolongaría mas allá de una generación. Los hijos de los admiradores de Rosas fueron enseñados a odiar a Rosas en las escuelas de los enemigos de Rosas."

"La colaboración entre los intelectuales europeizados y el Restaurador americanista no era fácil, ni toda la culpa debe achacársele a Rosas. Pero la verdad es que nada hizo para atraerse a los jóvenes, al fin y al cabo no muy difíciles de convencer. Eran los dueños del mañana y por lo tanto los jueces definitivos de su política... Un hombre solo, por mayores condiciones que tenga, no basta para consolidar una política. No basta con la popularidad, que es cosa del presente; es necesario contar con el apoyo de los intelectuales que son los dueños del futuro."

"¿Que habría sucedido de haberse unido al Restaurador toda esa juventud tan bien dispuesta hacia él y hacia el federalismo? Resulta curioso imaginarlo. Resulta curioso pensar a Sarmiento escribir en un imposible Facundo que la civilización argentina está en las campañas, y la barbarie cosmopolita está en las ciudades; a Alberdi proclamar en unas Bases imaginarias que gobernar es salvar la nacionalidad; a Vicente Fidel López admirar en un inexistente tomo undécimo de su Historia Argentina las admirables figuras de Artigas y Rosas; y a Mitre completar su inconclusa trilogía de la Historia de Belgrano e Historia de San Martín con una obligada Historia de Rosas."

"Nos, los Representantes del Pueblo", José María Rosa, 1975

No hay comentarios: